UD 7 Sector servicios
UNIDAD 7. LOS
ESPACIOS DE SERVICIOS
Los cuatro grandes apartados que
veremos en este tema serán:
EL PROCESO DE TERCIARIZACIÓN DE LA
ECONOMÍA
LOS TRANSPORTES Y LAS COMUNICACIONES
LOS ESPACIOS TURÍSTICOS
EL COMERCIO INTERIOR Y EL COMERCIO
EXTERIOR
- EL PROCESO DE TERCIARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
El sector terciario comprende las
actividades que proporcionan servicios a la sociedad. Es por tanto un
sector heterogéneo que abarca actividades como los transportes, el
turismo o el comercio. Desde la década de 1960 el crecimiento del
sector servicios ha dado lugar a la “terciarización de la
economía”, con este sector en una posición predominante en la
actualidad (más del 60% en aportación al PIB y a la ocupación).
Las causas son variadas: aumento
del nivel de vida, mecanización de las tareas agrarias, evolución
de la industria, desarrollo de ciertas actividades terciarias
(hostelería, ocio, administraciones públicas, sanidad, educación…)
y creciente incorporación de la mujer al trabajo.
Las características se basan en
primer lugar en la heterogeneidad de los servicios, divididos de dos
formas: en privados –pagados por dinero de los clientes y ofrecidos
por empresas privadas, siendo la mayor parte del PIB y del trabajo de
este sector- o públicos –prestados por las administraciones
públicas con dinero recaudado por los impuestos- o por subsectores
(con cuatro subsectores principales: servicios a la empresa
–asesoría, publicidad-, servicios de distribución –transportes,
correo, comercio-, servicios sociales –sanidad, educación- y
servicios al consumidor –hostelería, ocio-; y en segundo lugar en
otras características como que las empresas de servicios representan
el 80% del total, la mano de obra supera el 60%, la aportación al
PIB también supera en 60%, que el creciente encarecimiento de los
servicios da lugar a su creciente sustitución por bienes (ej. El
bricolaje en lugar del carpintero) y la incorporación de nuevas
tecnologías.
Los desequilibrios territoriales se
observan en función del volumen de población, el grado de
urbanización y los niveles de desarrollo y renta. Vamos a
diferenciar según la aportación al empleo (es mayor en zonas
turísticas como Canarias, Baleares y Andalucía, Madrid por su
capitalidad, y Ceuta y Melilla por su escasa dimensión territorial,
mientras que es más baja en la Rioja, Navarra y Castilla-La Mancha
por las actividades agrarias; también es mayor en las grandes
ciudades –aunque las tecnologías y los transportes facilitan que
se estén desplazando hacia ciudades medias y pequeñas e incluso
hacia zonas rurales) y según la aportación al PIB (los
servicios más cualificados dominan en Madrid, Barcelona, País
Vasco, Zaragoza y tienden a concentrase en las grandes ciudades,
mientras que los servicios al consumidor están muy ligados a la
hostelería –áreas turísticas: Andalucía, Valencia, Murcia,
Baleares y Canarias-); en el futuro las desigualdades pueden
aumentar, condicionadas por la desigual distribución de las
actividades productivas y de la renta.
- LOS TRANSPORTES Y LAS COMUNICACIONES
El transporte es la actividad
que traslada personas y mercancías entre lugares geográficos a
través de tierra, aire o mar, y necesita medios móviles (trenes,
aviones…) y estructuras fijas (es decir, las infraestructuras, como
autovías, puertos, aeropuertos…).
Su importancia se debe a las
funciones que desempeña, que son políticas (defensa y
control del territorio por el Estado), demográficas (asentamiento de
población), económicas (intercambio de bienes…), sociales
(ocio…), culturales e internacionales (favorecen las relaciones
internacionales y el actual proceso de globalización).
Las características y sus
problemas asociados los podemos resumir en que el medio físico es
desfavorable (relieve accidentado, fuertes pendientes, elementos
climatológicos disruptivos); las redes de transporte terrestre y
aérea son radiales (en parte por herencia de la política
centralista, lo que facilita las relaciones entre el centro y la
periferia –y el extranjero- pero de zonas periféricas entre sí;
el transporte interior de personas y mercancías sigue haciéndose
fundamentalmente por carretera, hay una creciente modernización
técnica (con sistemas inteligentes de transporte, etc.); hay
importantes desequilibrios territoriales en accesibilidad e
intensidad del tráfico; hay un importante impacto sobre el medio
ambiente (visual, espacial, acústico, de contaminación atmosférica
y de fragmentación de ecosistemas); y es necesario mejorar la
integración en el sistema de transportes europeo y mundial
(aprovechando nuestra posición geográfica para aumentar la
participación en el tráfico internacional).
La política de transportes la
vamos a dividir en dos: el marco de la política de transporte
(con una doble vertiente: el reparto de competencias entre el Estado
–transporte internacional, transautonómico, marina mercante,
puertos y aeropuertos comerciales, espacio aéreo, correos y
telecomunicaciones- y las comunidades autónomas –puertos y
aeropuertos no comerciales, transporte terrestre que sólo discurre
por su comunidad- y la política en la UE –que busca reequilibrar
el peso entre los distintos modos de transporte, fomentar las redes
transeuropeas y lograr un sistema de transporte sostenible y
respetuoso con el medio ambiente-) y el Plan Estratégico de
Infraestructuras de Transporte (2005-2020) que busca corregir la
red radial, equilibrar el excesivo peso de la carretera, mejorar la
eficiencia, contribuir a la sostenibilidad ambiental y favorecer la
integración con Europa.
Los modos de transporte los
vamos a dividir en seis apartados:
- Transporte por carretera:
Las competencias sobre la red se la
reparten el Estado, comunidades autónomas, diputaciones y cabildos.
La red de carreteras peninsular
presenta un diseño radial con centro en Madrid y desarrollo hacia
los principales puertos y ciudades de la periferia (donde se
concentran la población y la actividad económica).
El tráfico interior de mercancías y
viajeros se da fundamentalmente por carretera por el precio y porque
permite un transporte puerta a puerta.
Las características técnicas, la
densidad y la intensidad del tráfico son variadas, con buenas
autovías en las principales vías y en las grandes ciudades y vías
más deficientes en zonas de menor desarrollo.
Las actuaciones medioambientales se
centran en reducir la contaminación fomentando el transporte
colectivo, la derivación hacia el ferrocarril o el impulso de
“carreteras verdes” con control al tipo de tráfico y servicios
al viajero.
El Plan Estratégico de
Infraestructuras de Transporte contempla dotar a todo el territorio
de una elevada accesibilidad y cerrar los ejes pendientes (autovía
del Cantábrico, Ruta de la Plata Asturias-Huelva, Autovía del
Mediterráneo con llegada hasta Cádiz…).
La integración con Europa vendrá
marcada por la mejora de las comunicaciones con Portugal y Francia.
- Transporte ferroviario
Las competencias se reparten entre el
Estado y las comunidades autónomas
La red ferroviaria se compone de tres
redes: convencional (para velocidades inferiores a 200km/h. con
estructura radial y subvenciones o cierres de líneas ante la falta
de demanda que compense el alto coste de su mantenimiento), alta
velocidad (para velocidades superiores a 200 Km/h., en auge en la
actualidad, iniciada en 1992 con el AVE Madrid-Sevilla, en la
actualidad funciona también el Madrid-Barcelona –que hace la
competencia al puente aéreo-, Valladolid, Málaga, Valencia y se
espera su llegada a Galicia a pesar del reciente y trágico accidente
de Santiago) y la red de vía estrecha, infrautilizada y propia sobre
todo de la cornisa cantábrica.
El tráfico de viajeros y mercancías
es inferior a la media europea.
Existen desequilibrios territoriales.
Las actuaciones medioambientales buscan
reducir la contaminación acústica y el impacto sobre el paisaje.
El Plan Estratégico de
Infraestructuras de Transporte busca dotar a todo el territorio de
una elevada accesibilidad ferroviaria, mejorar la seguridad, renovar
la re, incrementar el volumen de viajeros de cercanías, etc.
Se busca una mayor integración con
Europa en alta velocidad y tráfico de mercancías.
- Transporte marítimo
Se beneficia de la importante longitud
del litoral español y de su estratégica posición en el transporte
internacional de mercancías.
Las competencias sobre los puertos
están repartidas entre el Estado y las comunidades autónomas.
El tráfico de viajeros es muy escaso
(enfrentado a la competencia del avión y únicamente se destaca
entre la península y Marruecos o las islas) y el de mercancías se
basa en el petróleo y derivados.
Las características técnicas de los
puertos son muy dispares.
Hay grandes desequilibrios
territoriales y únicamente destacan Algeciras, y Las Palmas, así
como Barcelona, Valencia y Bilbao tras las mejoras realizadas.
Las actuaciones medioambientales se
basan en paliar los efectos negativos de las actividades portuarias.
El Plan Estratégico de
Infraestructuras de Transporte pretende la especialización e
internacionalización de los puertos.
La integración con Europa se busca con
las denominadas “autopistas del mar” para buques de alta
capacidad, sobre todo en la relación con Francia e Italia.
- Transporte fluvial
Reducido prácticamente a Andalucía,
con el río Guadalquivir, con problemas por la sedimentación y la
aparición de bancos de arena. Está muy lejos de la importancia que
tiene en Europa (Rhin, Mosa, Danubio…).
- Transporte aéreo
Las competencias están repartidas, con
el Estado controlando los aeropuertos de interés comercial.
La red aeroportuaria es jerárquica y
radial, con Madrid en posición predominante.
Hay desequilibrios entre las distintas
zonas (destacan Madrid, Barcelona y las áreas turísticas –Canarias,
Baleares- mientras el resto tiene escasa actividad) y en el tráfico
de viajeros (competitivo en distancias medias y largas) y el de
mercancías (muy escaso).
Acción medioambiental centrada en
ruidos y contaminación, sobre todo en zonas cercanas a los
aeropuertos.
Plan Estratégico de Infraestructuras
de Transporte con especialización de los aeropuertos para aprovechar
sus ventajas comparativas y mejora en los accesos urbanos.
Integración con la Unión Europea a
través del proyecto “cielo único europeo”
- Transporte intermodal
Se basa en la existencia de modos
complementarios de transporte (sobre todo para contrarrestar el
predominio de la carretera) con plataformas logísticas para el
trasborde de un medio a otro, así como zonas de carga,
aparcamientos, áreas de descanso, etc. Un ejemplo es el
intercambiador de Avenida de América (Metro, Cercanías, Autobús).
Además de los transportes en este
punto deberíamos hablar de las comunicaciones, que transmiten
información entre un emisor y un receptor. Desde telégrafo,
teléfono, radio, televisión, hemos pasado a otros medios como
internet. Estos avances han sido necesarios para el desarrollo
económico y el proceso de globalización. En España la red de
telecomunicaciones ha experimentado un gran avance pero inferior al
de otros países de su entorno como Francia.
3. LOS ESPACIOS
TURÍSTICOS
El turismo es el conjunto de
actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias
realizadas fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio,
etc. en periodos menores a un año.
Si la estancia es inferior a 24
horas se habla de excursionistas y más de 24 horas de turistas
propiamente dichos.
Hay que separar en tres tipos a los
turistas: procedentes del extranjero, turistas interiores y
turistas españoles que van al extranjero.
Hasta mediados del siglo XX fue una
actividad propia de una minoría adinerada, pero en la actualidad se
habla de turismo de masas.
Los principales recursos son
naturales (playas, espacios naturales protegidos) y culturales
(museos, ciudades antiguas) que hacen que España sea la segunda
potencia mundial en turismo (tanto en visitantes como en
ingresos).
El modelo tradicional de
turismo, implantado en la década de 1960 era el de “sol y playa”
en zonas como Baleares, Canarias, Cataluña, Valencia o la Costa del
Sol andaluza. Se beneficia del desarrollo económico de Europa
occidental y septentrional, el progreso del transporte, los recursos
naturales y culturales, el bajo coste debido a la devaluación de la
peseta, la política estatal favorecedora de la actividad turística
y la creciente implantación de infraestructuras u servicios
hoteleros. Entre 1973 y el 85 ese modelo entró en crisis debido al
encarecimiento de los servicios, la crisis económica mundial y la
competencia de destinos más baratos como el norte de África o el
Caribe. A partir de 1985 se recupera el ritmo ascendente de turistas
gracias al ingreso en la CEE y la reconversión del sector hacia una
sostenibilidad y mejora de la calidad.
Las características del turismo
se diferencian entre la oferta (con oferta de alojamiento –hoteles,
hostales, cámpings- manutención –bares y restaurantes- recreo
–instalaciones deportivas, parques naturales…-) y la demanda (la
extranjera que es estival buscando sol y playa y procede sobre todo
de Europa –británicos, holandeses, franceses, alemanes, italianos,
y un creciente número de rusos-; y la nacional de Semana santa,
Navidades, puentes y fines de semana procedente sobre todo de Madrid,
Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, más repartida por
zonas que la extranjera). Uno de los problemas principales es la
excesiva estacionalidad de la demanda, con saturación en unas fechas
determinadas e infrautilización en otras (esto se está suavizando
por el mayor desarrollo del turismo interior en invierno, fines de
semana y puentes, tercera edad, etc.).
Los tipos de turismo siguen
estando encabezados por el de sol y playa (también está en auge el
termal), aunque también encontramos el de montaña (esquí, etc.),
ecológico (para ver parques naturales no siempre en zonas de
montaña), rural, urbano (ligado al cultural y de negocios).
Las áreas turísticas son los
lugares con alta densidad de turistas nacionales y extranjeros y los
puntos turísticos son focos aislados. Alta densidad encontramos en
Baleares, Canarias y costa mediterránea (ligados todos ellos al
turismo de sol y playa) y Madrid. Las áreas medias están ligadas a
estaciones de esquí, la cornisa cantábrica o puntos como Toledo o
Sevilla.
Las repercusiones son
demográficas (aumentando la ocupación en estas zonas), de
poblamiento (con un mayor grado de urbanización), económicas (el
turismo genera más del 12% del empleo, con efecto multiplicador en
otras actividades, aportando riqueza al país y compensando la
balanza comercial e influyendo en la política de transportes),
culturales, de ordenación del territorio (con alteraciones en el
medio y el paisaje, conflictos por el uso del suelo y de los
recursos) y medioambientales (contaminación, residuos,
sobreexplotación de acuíferos, urbanización incontrolada, etc.).
Por último vamos a ver los problemas
generales del turismo y la política turística. Los problemas
más destacados son el predominio del modelo tradicional de sol y
playa con clientela de nivel medio o medio-bajo, elevada
estacionalidad y fuerte dependencia de tour-operadores extranjeros,
las nuevas exigencias de la demanda y el crecimiento de la
competencia internacional. La política turística trata de
resolver estos problemas en coordinación con las comunidades
autónomas y con la Unión Europea. Pero el elemento más destacado
es el Plan del Turismo Español Horizonte 2020, cuyos objetivos son
el incremento de la calidad de la oferta, la diversificación de la
oferta, uso de nuevas tecnologías, la promoción (con ferias como
FITUR, planes para atraer a mercados emergentes como la marca España,
etc.) y la consecución de un mercado sostenible.
4. EL COMERCIO
INTERIOR Y EL COMERCIO EXTERIOR
- El comercio interior
Si hablásemos de sus
características, habría que señalar que cuenta con más de
800.000 locales y ocupa a más de tres millones de personas Los
cambios más actuales han afectado tanto a la oferta (como la
diversificación de productos, las nuevas formas de venta
–autoservicio, grandes superficies- o la utilización de nuevas
tecnologías –muchas veces orientadas a facilitar el pago como las
tarjetas, los datafonos, etc.-) o la demanda (aumento de la capacidad
de compra, dispersión de los consumidores…).
Con respecto a sus tipos,
distinguimos entre el comercio al por mayor (compra los productos,
los almacena y los vende al minorista) y al por menor (vende al
consumidor, con diferencias entre el minorista tradicional –con
pequeños inmuebles a veces anticuados, con difícil acceso al
crédito y trato familiar- y las nuevas formas comerciales
–autoservicio, en que el cliente toma los productos y los paga en
caja, con superficies inferiores a 2500 metros cuadrados y productos
de tipo doméstico- y las grandes superficies –superiores a 2500
metros cuadrados con hipermercados que tienen una gama de productos
amplia, grandes almacenes, centros comerciales integrados, etc.-
Los espacios están siendo
modificados, con grandes superficies en la periferia y áreas
comerciales en el centro de las ciudades mientras otras zonas están
en declive.
Con respecto a la legislación,
es diferente según las comunidades autónomas y está siendo
modificada, dando lugar a tensiones entre los partidarios de una
mayor liberalización de horarios, etc. y sus detractores.
- Comercio exterior
Es el intercambio de productos y
servicios de un país con el resto del mundo. Se llama exportación a
la venta de productos nacionales con el extranjero e importación a
la compra de productos extranjeros por un país. En España ambas han
experimentado un gran crecimiento desde la década de 1960 debido a
tres factores: apertura al exterior en 1959, entrada en la CEE en
1986 y globalización económica en la actualidad.
Las exportaciones han aumentado
en bienes de equipo –maquinaria y material de transporte-,
automóvil y alimentos, siendo Madrid, Cataluña y la Comunidad
Valenciana las más exportadoras.
Las importaciones han aumentado
sobre todo en bienes de equipo, energía y automóviles, siendo
Madrid, Cataluña y Andalucía las más importadoras.
La balanza de pagos comercial
(diferencia entre exportaciones e importaciones) tradicionalmente ha
sido negativa (y actualmente lo es, sobre todo en Madrid, Cataluña y
Andalucía).
El comercio con Europa es el más
importante, tanto en exportaciones (70%) como en importaciones (60%).
Del resto del mundo destaca el comercio con China y países de la
OPEP, mientras el comercio con Estados Unidos, Latinoamérica y
África está reduciéndose.
La política
comercial exterior está determinada por la pertenencia a la Unión
Europea, que implica la libre circulación de personas, mercancías y
capitales y la existencia de un arancel común para terceros países,
así como la pertenencia a la OMC (Organización Mundial de Comercio)
que promueve la liberalización del comercio mundial.
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